El videoensayo como recurso didáctico

Para mí, no ver la cara de los estudiantes es una de las peores cosas de la separación física. Perder esas miradas que sirven para regular el discurso, para advertir que van comprendiendo todo, o lo contrario. No reconocer los asentimientos que motivan o los bostezos que sancionan. En el mundo virtual, el contacto visual está muy limitado, sea por las interfaces de educación virtual que usamos (que imitan en gran medida el aula física) o por las restricciones de conectividad de muchos estudiantes. Tampoco todos tienen una cámara o, si la tienen, no están obligados a encenderla. Hemos tenido que construir, sobre la marcha, otro modelo de interacción más oral al punto que muchos nos sentimos locutores radiales.

Para no perder las ventajas de la oralidad y aprovechar las posibilidades audiovisuales que nos dan los dispositivos digitales, en nuestros cursos optamos por hacer videoensayos. Curiosamente, el videoensayo es un género del que poco se ha escrito en el ámbito educativo, a diferencia del cine o del periodismo, donde también parece un género igual de incipiente.

El encargo que guía esta actividad de hacer un videoensayo es simple. Se plantea una pregunta, se sugieren algunas fuentes orientadoras para armar el argumento y se establecen los criterios de evaluación. Los criterios no pueden desconocer los elementos básicos de gramática visual (este Manual puede ser una buena referencia).

El uso de encuadres, planos, recursos textuales, sonoros, al igual que en la gramática escrita, ofrecen muchas posibilidades que podríamos tomar en cuenta para la evaluación, pero sobre todo para la formación mediática de nuestros estudiantes.

Finalmente, necesitábamos una plataforma donde todos puedan apreciar el trabajo del resto de compañeros, así que creé un evento en el grupo de Facebook de la clase. Así, los videos podrían recibir comentarios y permitir un ejercicio de coevaluación, donde cada compañero evalúa a otros dos justificando si merece o no «un punto del público» (ver en la imagen el ejemplo de evaluación pública).

Ejemplo del proceso de coevaluación

Flipgrid: otra plataforma de intercambio

EL ejercicio anterior lo hicimos en un grupo de Facebook cerrado a los miembros de la clase, pero también existen muchas otras opciones gratuitas, con interfaces que facilitan la interacción por medio de videos.

Entre los recursos gratuitos destaco Flipgrid, una herramienta muy sencilla que permite crear intercambios audiovisuales a través de un tema: sean para un debate, un ejercicio o un examen.

En simple, Flipgrid permite que los alumnos se graben a sí mismos mediante una cámara del celular o de la computadora. Una gran ventaja es que permite dar a todos los estudiantes herramientas similares de grabación, pues los filtros y posibilidades de edición ya no dependen del dispositivo que tenga cada uno ni de sus habilidades digitales. Asimismo, permite al profesor establecer parámetros de seguridad (dar acceso exclusivo a ciertos correos electrónicos) o de grabación (por ejemplo, establecer la duración del video) y dar retroalimentación en línea, sea grabando un video de respuesta, usando una rúbrica de evaluación, escribiendo un comentario o todas las anteriores.

Aquí un tutorial sobre cómo usarlo:

Fuente: Cuadernos de Heródoto

La exploración a través de estos medios supuso un reto interesante, según los alumnos. Es más difícil atreverse a crear sobre un entorno menos conocido (ya muchos saben «florear» en papel, pero el videoensayo los pone un poco contra las cuerdas). Para muchos fue inédito producir un ensayo audiovisual, lo que también generó angustia. Algunos se expresan mejor audiovisualmente. Otros escriben mejor. La idea es seguir explorando con la convicción de que debemos superar los géneros y formatos únicos. La multimedialidad y multimodalidad son principios de la comunicación digital que, sobre todo en un contexto virtual como el de estos meses, no podemos pasar por alto.

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